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Ya la vieron sentada sin poder hablar, era una mujer de lunas y pocas cosas más. Una noche, un amor que se le fue, traicionero, le hirió el corazón sin ver. Lo que había detrás de esa # mujer # no era más que una copa de vino y siete lunas que hoy no están... Sigue sola, triste con su pobre corazón que desprende su camisa, no deja un botón. Ya la vieron sentada sin poder hablar.

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